Rescatado

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Por: Dolly Martin

Una tribu enemiga en Liberia, Africa había secuestrado al Príncipe Kaboo junto con varios miembros de su tribu y los tenían como rehenes mientras exigían que el padre de Kaboo, jefe de los guerreros Kru les trajera alimentos una vez al mes. Todas las tribus estaban pasando hambre y había guerras entre las tribus. Después de varios meses de sacrificarse para traer los alimentos que se le pedía, el jefe enemigo decidió que el padre de Kaboo no había traído suficiente comida y decidió matar al príncipe. Atado a una estaca a vista de su padre y a punto de ser atravesado con una lanza, Kaboo gime, “Ayúdame Padre” cuando de repente una luz brillante apareció en el cielo. Las cuerdas que ataban al príncipe se soltaron y todos escucharon una voz diciendo, “Corre Kaboo, corre.”

Kaboo logró escapar y después de varias semanas de deambular en la jungla llegó a una misión donde escuchó la historia de la conversión de Saulo de Tarso. Sus ojos espirituales fueron abiertos para entender que fue Jesús quien le rescató de sus captores.   

Nombre nuevo

Como símbolo de su nueva vida, Kaboo decidió cambiar su nombre a Samuel Morris en honor al hombre que le ayudó a su maestra de la Biblia, la Señorita Knowles a ir a África como misionera. “Doy gracias a Dios por él todos los días. De no ser por los misioneros, yo no conociera a mi Padre Celestial.” Un celo por aprender más de las Sagradas Escrituras ardía en el corazón de Samuel porque deseaba volver a su tribu para enseñarles de Jesús. “Si mi pueblo, incluso nuestros enemigos conocieran a Cristo, las matanzas acabarían. Cambiarían por completo las costumbres de la jungla”.

Viaje a Nueva York

Cuando hubo aprendido todo lo que podía de los misioneros, decidió viajar a Nueva York para ser discipulado por Stephen Merritt, el hombre que le enseñó a su maestra, la Señorita Knowles. No tenía ni un centavo, pero confiaba que su Padre Celestial estaría con él y supliría todas sus necesidades. Durante su viaje, Samuel no dejaba de testificar a todos en el barco acerca de su Padre Celestial. Todos los marineros se reían de él y sufrió severo maltrato aun del capitán. A pesar de ello, Samuel rescató al capitán de ser fusilado por uno de los marineros que había perdido el uso de la razón debido a una enfermedad. Ese incidente le llevó al endurecido capitán a entregar su vida al Señor Jesucristo.

Al llegar a tierra, el capitán comparte su preocupación por Sammy siendo que el no conoce a nadie en Nueva York, una ciudad enorme, y podría meterse en problemas. Sammy le contesta, “Capitán, he sido esclavo en mi propio país. Casi me matan los enemigos de mi tribu. Sobreviví durante semanas en la jungla y ya sabe quien me guardó en cada situación”. “Eso me queda claro…tu Padre” respondió el capitán. 

La Universidad Taylor

La primera persona a la que se acercó en Nueva York era un pordiosero que conocía a Stephen Merritt quien le llevó a Sammy a la misión de rescate donde el Señor Merritt era el director. Al poco tiempo llegó a la universidad Taylor, una escuela cristiana que estaba a punto de cerrar por falta de fondos. Por todos lados Samuel le contaba a la gente su testimonio de cómo su Padre Celestial le rescató de la muerte y animaba a todos a confiar en su Padre. Samuel fue muy solicitado por iglesias que deseaban escuchar su historia y dondequiera que la contaba, los cristianos lloraban de emoción al saber que tenían un Padre tan amoroso en el que ellos podían confiar.

El diacono de la Universidad escribió la historia de Samuel y lo publicaron en un libro. Tanta gente compró su libro que los fondos rescataron a la universidad de sus problemas financieros y la asistencia el siguiente año subió. “Cada día agradezco a mi padre, pero cada día anhelo regresar a mi tierra para hablarles de Dios y ayudarles a convivir en paz”.

Mi Padre se encargará

Samuel se mantuvo tan ocupado con sus estudios y compartiendo su testimonio en iglesias y evangelizando a los perdidos que descuidó su salud. Le dio una pulmonía del cual su cuerpo debilitado no pudo recuperar. En su lecho de muerte, Samuel lloraba y su compañero desconcertado le dice, “No llores Sammy” a lo que responde, “no lo puedo evitar. Lloro de felicidad. Mi padre me está llamando a casa.” Su compañero le preguntó, “Pero Sammy, ¿y qué de tu gente en África, tu misión?” “Ya se acabó. Dios escogerá sus obreros. Otros harán mucho mejor trabajo que yo. Todo este tiempo he confiado en mi Padre, y esta vez no será la excepción” concluyó Sammy. Él tenía 20 años de edad.

Su legado

La vida y el ejemplo de Samuel Morris (Príncipe Kaboo) impactaron tanto a los estudiantes de la Universidad Taylor que varios salieron al África como misioneros cumpliendo así los anhelos de Samuel que su gente conociera del Señor Jesucristo. El presidente de la Universidad Taylor dijo, “Todos los que conocieron a Samuel Morris se quedaron impactados con su fe en Dios tan sublime y a la vez tan sencilla.”

Espero que usted también sea impactado con la historia de Samuel Morris y que le motive a confiar plenamente en nuestro Padre Celestial que le ama con un amor eterno. El quiere salvarle de sus pecados y darle una nueva vida como lo hizo para Samuel. Recíbalo en su corazón y comenzará a gozar de ese amor del Padre que no tiene fin.  Feliz día de los padres.

La historia de Samuel Morris fue producida por Torchlighters y se encuentra en la aplicación móvil de Radio Amistad bajo el botón VIDEOS.