Las Decoraciones

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Por: Dolly Martin

Cuando comencé a ver a casas con decoraciones de navidad en octubre me sorprendió y pensé que eran dos o tres “entusiastas” que se estaban adelantando. Pero conforme pasaron los días comencé a ver más y más casas luciendo las hermosas luces, muñecos, animales y pesebres. Le hice un comentario a mi jefe, Bruce Munsterman, acerca de lo inusual de ver las luces tan temprano en el año y dijo que él también lo había notado. Su explicación fue que las tiendas comenzaron a vender las decoraciones más temprano este año por motivos económicos.

Decorar aumenta la dopamina

Decidí preguntar al buscador de internet ¿Por qué están decorando para navidad tan temprano? De inmediato salieron varios artículos donde psicólogos afirman que los que decoran temprano para la navidad (aun antes de Halloween) lo hacen porque decorar ayuda a levantar el ánimo. “La decoración navideña aumenta la dopamina, una hormona para sentirse bien”, dice la psicóloga Deborah Serani. Ella explicó que las luces brillantes tienen un efecto positivo sobre el estado emocional y el hecho de salir de la rutina para pasar unas horas o días decorando también ayuda a los que están tristes y deprimidos, buscando algo para levantar su estado anímico.
No es de extrañarse que algunas personas buscan actividades para sentirse mejor. La economía tiene a muchos preocupados por el alza de los precios, mientras otros siguen preocupados por contraer o volver a contraer el coronavirus. También hay un alto índice de desempleo y eso desestabiliza a toda la familia con inseguridad acerca del futuro.

Alegría momentánea versus gozo permanente

Por un lado, decorar la casa para navidad es una actividad positiva, y si ayuda a las personas a sentirse más felices, ¡FABULOSO! ¡ADELANTE! Es muchísimo más sano colgar luces que ir a la discoteca, tomar alcohol, o consumir drogas. Pero me pregunto si la gente se está conformando con una alegría momentánea cuando podrían experimentar un gozo permanente. El Señor Jesús vino a traernos gozo y paz cuando dejó su trono en el cielo y llegó a la tierra en la forma de un bebé indefenso. Leemos en Lucas 2:10-11, “pero el ángel los tranquilizó. «No tengan miedo—dijo—. Les traigo buenas noticias que darán gran alegría a toda la gente. ¡El Salvador—sí, el Mesías, el Señor—ha nacido hoy en Belén, la ciudad de David”! (NTV)

El pueblo de Israel había estado esperando su Mesías por 2,000 años y tal como anunció el ángel, los habitantes de Belén se llenaron de gozo cuando los pastores dieron a conocer la noticia. Dice Lucas 2:17-18, “Después de verlo, los pastores contaron a todos lo que había sucedido y lo que el ángel les había dicho acerca del niño. Todos los que escucharon el relato de los pastores quedaron asombrados”. (NTV)
La llegada del Mesías significaba que Dios cumplió Su promesa y que ahora tenían un Redentor que podría perdonar sus pecados y darles acceso directo al Padre. ¡Es absolutamente asombroso lo que el Señor Jesucristo hizo por nosotros al venir a Belén en esa primera navidad! Su llegada a un humilde pesebre y luego Su muerte en una cruel cruz romana ofrece libertad de la condenación y una relación restaurada con el Padre a todos los que creen en Él. Su obediencia nos trae vida, luz y paz.
Ver a tantas casas en mi barrio brillando con luces me dan ganas de subir al ático y sacar mis luces y decoraciones, no porque estoy triste, sino para dar testimonio del verdadero motivo de la Navidad: recordar y celebrar la primera venida de nuestro Señor Jesucristo a este pobre mundo para traer gozo y paz. El anuncio que el ángel dio a los pastores en la primera Navidad aún tiene el poder para producir “gran gozo” en aquel que cree ese mensaje. Jesús quiere ser su Salvador y llenarle de esperanza para el presente y darle un futuro seguro en el cielo.

Cuando usted pone su fe en Jesucristo, Él no promete quitar todos sus problemas, pero le asegura que estará con usted, caminando con usted, y ayudándolo a encontrar soluciones a cualquier situación que enfrente. Todo comienza con un paso de fe. Si no ha dado ese paso, le invito a poner su fe en el Salvador y recibir la fuente inagotable de amor, gozo y paz. ¡Que la antigua historia del nacimiento de nuestro Salvador le llene a usted de “gran gozo” en esta Navidad!