Febrero

Patricia Saladin - Salmos 119:165

Saludos, soy Patricia de Saladín del programa Aviva Nuestros Corazones. Estamos viviendo tiempos difíciles, como nos lo dice la Palabra de Dios. Escuchamos de guerras, de pestilencias, tenemos incertidumbre. Y vemos tantas cosas a nuestro alrededor y aún en nuestras propias vidas: conflictos familiares matrimoniales, muchas veces tristeza con los hijos, problemas financieros. Este mundo es un lugar de ansiedades, de tensiones, de temores; todo lo que se traduce en falta de paz: falta de paz, un ruido que se hace en nuestras almas. Y aún como cristianas si tú te has visto en las noches despierta, desvelada, y no pudiendo volver a conciliar el sueño, necesitas la paz que Dios da. Yo la necesito. Oh cuánto anhelamos esa paz en nuestras vidas, en nuestras almas, en nuestras relaciones.
Y el versículo que quiero compartir contigo brevemente en este día está en el Salmo 119:165 dice: "mucha paz tienen los que aman tu ley y no hay para ellos tropiezo". Fue el Rey David que escribió estas palabras. Están en ese Salmo 119 que es el más largo, el capítulo más largo de toda la Biblia. Y el rey David no se encontraba precisamente en un momento de paz. En los versículos anteriores podemos leer que él reconoce que él estaba siendo perseguido sin causa. Y nosotras sabemos que era el rey Saúl que lo perseguía y para quitarle la vida. El rey David, o David en ese momento, tenía muchas razones para estar ansioso, desvelado, temeroso. Sin embargo, él dice: "mucha paz". No un poco, no, mucha, como dice Isaías, "paz perfecta," ese shalom que es mucho más que la ausencia de conflicto. Es ese bienestar a pesar de nuestras circunstancias. Y este versículo nos dice la característica de esta persona que tiene mucha paz. Y es que es una persona que ama la ley de Dios. "Mucha paz tienen los que aman tu ley". Y amar la ley de Dios es amar al dador de esa ley y todo lo que ella contiene. O sea que vemos una relación directa entre amar la ley de Dios y tener paz.
Primero esa paz viene porque la ley de Dios nos muestra el camino hacia la paz con Dios, el camino a la salvación. Todos nacemos en enemistad con Dios por el pecado y la Palabra nos muestra que solo en Jesucristo encontramos esa paz vertical, sin la cual no podríamos tener paz con los demás ni tener paz dentro de nosotras mismas. Esa Palabra nos hace sabios para la salvación que es en Cristo Jesús. La paz con Dios es la más importante. Si tienes esa paz, lo tienes todo, porque quien ama la ley de Dios ha encontrado al Príncipe de Paz, Sar shalom, y ha encontrado la paz con Dios por medio de Él. Cristo es nuestra paz; nuestra paz es una persona. Y aunque nuestra circunstancias sean difíciles y muy lejos de ser ideales, podemos tener paz con Dios, una paz que no se altera por la situación en que estemos viviendo.
Pero en segundo lugar tenemos paz también porque esa Palabra de Dios nos enseña cómo vivir mientras somos peregrinos en esta tierra. Cómo descansar en un Dios soberano que controla todas las cosas, un Dios sabio, amoroso. Como le pertenecemos a Él, tanto en la vida como en la muerte, y todo lo que nos sucede, como nos dice Romanos, "obra para nuestro bien". Tenemos que hablarnos verdad a nuestras mentes, a nuestros corazones. Por esa ley de Dios en nuestras mentes y en nuestros corazones, podemos entonces llevar todos esos pensamientos que nos asedian, que nos desvelan, que nos llenan de temor a la obediencia a Jesucristo. Y la segunda parte del versículo dice que no hay para ellos tropiezo. "Mucha paz tienen los que aman tu ley y no hay para ellos tropiezo". Nada nos ofende dice otra versión. ¿Y por qué? Porque estamos seguras del amor, de la fidelidad de Dios. Como dice el salmista. "no tendrá temor de malas noticias. ¿Por qué? Porque su corazón está firme, confiado en el Señor". A pesar de lo que vemos, de lo que nos rodea, nos puede hacer tambalear, nos aferramos a esa Palabra y a esas roca que es más alta.
Como ves, estamos en tiempos de problemas, tiempos de conflicto, pero Dios nos arma con el Libro de la verdad que nos infunde fuerza, gracia y paz. Como el salmista en el Salmo 1 que dice: ese hombre que es feliz, que es bienaventurado, esa mujer se deleita en la ley de Dios y en ella medita de día y de noche. "Será como árbol plantado junto a corrientes de agua; que da su fruto a su tiempo y su hoja no cae y todo lo que hace prosperará". La Palabra de Dios, no importa cuán difíciles sean nuestros días, esto es lo que necesitamos para ser fortalecida, sostenidas, sustentadas. Con ella, la Palabra de Dios, ahí está nuestra paz.
Así que "mucha paz tienen los que aman tu ley y no hay para ellos tropiezo". Te invito a escuchar Aviva Nuestros Corazones en Radio Amistad de lunes a viernes a la 1:30 am y a las 9:30 am o que descargues la aplicación móvil de Radio Amistad para escuchar nuestros podcasts de Aviva Nuestros Corazones, Mujer Verdadera, y Joven Verdadera.