Diciembre

Lucas 2:14 - Antonio Munoz

Nuestros queridos, radio escuchas, qué gozo estar una vez más reunidos en este tiempo navideño. Las palabras de San Lucas 2:14 nos recuerda lo siguiente: “Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres.” En este tiempo de navidad estamos tan gozosos de recordar el nacimiento de nuestro Señor. Este preciso versículo le es he dado a aquellos que estaban guardando sus ovejas en la noche, y para la sorpresa de ellos una multitud de ángeles vino y les declaró, les gritó estas palabras: Gloria a Dios en las alturas. "Doxa", el resplandor de Dios, la gloria de Dios, aquello que pertenece a Él, ahora estaba resplandeciendo a los hombres. ¿Por qué? Porque la segunda persona de la Trinidad, nuestro Señor Jesucristo había venido al mundo. Y ¿para qué él había venido? Precisamente, la segunda parte de este versículo: "en la tierra paz".

El nacimiento de Jesús no solamente trae gloria a Dios en los lugares más altos, en las alturas, sino que desciende hasta este lugar, hasta la tierra; para que todos nosotros podamos tener esa paz que sobrepasa todo entendimiento.

Recordemos lo que nos dice el libro de Romanos 5:8-10: “Más Dios muestra su amor para con nosotros en que siendo aun pecadores, Cristo murió por nosotros. Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre por el seremos salvos de la ira. Porque si siendo enemigos fuimos reconciliados con Dios por la muerte de Su Hijo mucho más estando reconciliados seremos salvos por Su vida".

La Palabra nos dice claramente que la razón por la que tiene que venir Jesús para traer paz; es porque había enemistad entre un Dios santo, santo, santo y un hombre pecador. Y antes de tratar de ir mucho más a profundidad recordemos que nos está diciendo en Romanos 5:10: que estábamos enemistados con Dios. Así es, éramos enemigos de Dios, no había paz, no había reconciliación entre un Dios santo y nosotros pecadores. Es por eso que los ángeles se regocijan diciéndole al hombre esta parte de: "Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres".

En Juan 3:16 dice: “Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su hijo unigénito para que todo aquel que en Él cree no se pierda más tenga vida eterna”. Mi deseo es que usted en este tiempo de navidad pueda abrir su corazón y pueda abrir sus puertas para que experimente esa paz que sobrepasa todo entendimiento, y que pueda aceptar a Cristo como Salvador. Y si ya lo ha hecho, que entonces en este tiempo de navidad en vez de andar corriendo de un lado para otro de compra en compra tratando de tener la cena perfecta, el regalo perfecto, que no se olvide que usted ya tiene el regalo perfecto. No haga el error en Juan 3:19, por eso viene el juicio de Dios, porque los hombres en vez de escoger la paz de Dios escogieron en vez de la luz, las tinieblas. No deje que su cena de navidad, que su día de navidad, que su temporada navideña sea impactada por tantas ocupaciones, sino que la paz que Dios quiere que usted tenga venga y se pose en su hogar, se pose en su corazón. Y que usted, si ya le recibió como Salvador, que ahora permita que reine la paz, la tranquilidad, la seguridad de que Dios está con usted, llene su corazón, y le dé la tranquilidad en este tiempo de navidad. Que Dios les bendiga.